lunes, 8 de enero de 2007

Historias de un 2007.


En este blog está una palabra para cada uno, una oración o con suerte hasta un párrafo completo, porque todos han sido parte de mi cuento, mis amigos, mis compañeros y los no tan amigos. A aquellos les recuerdo que comiencen este año creando más historias que llenen de recuerdos su memoria, ya sean buenos o malos, sin olvidar que la vida la hicieron difícil a propósito, y con toda razón, para hacernos más fuertes…y para que sepamos valorar que la felicidad no es un punto de llegada, sino esas pequeñas estaciones en el camino, momentos, simplemente momentos, y está de nuestra parte saberlos aprovechar…

Feliz 2007 … a todos.
Nuci.GD*.

Mis Lineas a ti......

Cada vez que miro el vacío en nuestro silencio y escucho tu mirada, mis manos sienten ganas de besarte, alejándonos de aquel rodeo en el que nos envuelven las palabras, sólo el roce de tu aliento con mi piel y el sonido de tus pensamientos, perturbando mi tranquilidad.
...
Pero en fin, como suele ocurrir, una y otra vez, aquí estoy frente a ti, mostrando el nuevo vestido de mi alma, y aunque se que eres incapaz de verla, sé que la sientes cuando paso a través de ti, cuando huelo tus miedos y alegrías, cuando posas tus miradas sobre las mías, mientras yo finjo ser una pared de ladrillos que se derrumba en tu silencio.
...
Gracias ti y a lo que pudiste ver dentro de mi, ahora sé lo que fui y lo que soy, nunca lo que seré, porque esa es la página inconclusa de la historia, que sólo mi pasión por la vida sabrá escribir, dibujándote al pie de la hoja y describiendo tus movimientos tan cerca pero tan lejos de los míos.
Parece mentira, que aún después de todo este tiempo, no he perdido las taquicardias repentinas que enferman mis sentimientos cuando siento tus pasos, mis manos florecen ante ti y te desean, tanto o más que mi boca, que se come cada uno de tus suspiros y que vive de tu aliento color rosa.
...
Tú me has hecho probar el sabor de lo prohibido, de aquello que pocos comentan, pero que todos hacen, y quizás sólo yo disfruto, contigo, quien me enseñó el poder del deseo, aunque sea de lejos.
...
Mientras alimente mi imaginación y pueda disfrutar de él, algún sueño que me atreva a tener, podría hacerse realidad.Una vez que aprendí a soñar, que aplaudí mis esperanzas, y me arriesgue a volar, me encontré, y ahora puedo contarte a ti, sólo a ti, y como el más puro de los secretos dónde debes hallarme. Quizás bajo el manto de estrellas que cubre mi habitación o entre el olor de las flores, las nubes y el sol, esté yo, sentada esperando que me descubras, como aquel que delira ante el amanecer que nunca ha visto.
......
Mis lineas siguen siendo para aquel, que sigue delirando ante el amanecer...no importa donde esté.

No es.......


No es estar sola, es estar conmigo
Es manifestarme ante mi misma
Es descargarme de tus pensamientos
E inundarme con los míos
Es correr hacia un espejo
Sin chocar con mí reflejo
Es necesidad, necesidad pura
De buscarme entre girasoles y gardenias
De correr bajo las estrellas.
No es lo que tú piensas
Es lo que yo siento

No hay forma de estar solo, cuando estas contigo mismo. Tú eres tu mejor amigo, tu propia alma gemela, tu compañero único y exclusivo.

Mi soledad y yo...

Ya no escucho ecos al entrar a una habitación, no percibo olores distintos al mío, ahora puedo jugar con mi propia sombra, la invité a danzar y lo haremos toda la noche, al ritmo del desafinado cantar de los grillos, y sólo estamos ella y yo, sin intrusos, sin ustedes.

Será el eterno goce de nuestras almas, unidas como una sola, mi sombra y yo, mi reflejo y yo, bendita soledad, bendita tu compañía. Y pensar que siempre estuviste aquí, dándome el tiempo de necesitarte, de descubrirte sola en una esquina, para sacarte de allí y hacer contigo lo que no había hecho con ningún otro ser tangible, desnudar tu oscura superficie, conocer tus texturas y atravesar tu infinito ser con el rozar de mis manos y las caricias de mi respiración.

Te acercas y te alejas a tu antojo, aunque siempre estás conmigo, rodeándome con esa mirada tuya, que me hace sentir como una presa, ciega ante ti. Quemas con tus pensamientos y tus ojos punzan piel constantemente, hasta que se desvanece, me torno ligera y me convierto en humo, entre gris y negro, como tu, mi sombra.

Nadie nota la ausencia de mi cuerpo, desaparece mi aliento, mi calor se esfuma, me convierto en lo que deseaste, en la victima de mi imaginación, en la esclava de mi amada soledad, y tú sombra, dónde estás, con quién bailarás ahora, a quién estarás tratando de engañar, mientras yo vago en las ruinas de mi mente, en la ciudad de los recuerdos, en el edificio de tu maldad, tú, mi rencorosa sombra, te vengaste de mi soledad, pues ya no existo más.

Simple imposible...

Te conozco tanto, que te imagino examinando el cielo tras la pista de esos puntos brillantes que aparecen después de cada atardecer, sin saber qué es lo que buscas y mucho peor, sin encontrarlo, buscando un refugio en ellas, como si pudieran bajar a acompañarte en tu sobrio desierto.

Estacionas tus inofensivos ojos entre las estrellas, quizás buscando respuestas o más bien, preguntando, aquello que ningún otro ser es capaz de decirte, mientras las osas te susurran palabras de esperanza abrazadas a una nueva ilusión de encontrar lo que aún no sabes que quieres.

Probablemente algún valiente satélite será el que te despegue de la tierra en la que yace tu menudo cuerpo, subirás en él y recorrerás el espacio, buscando nuevas a venturas, nuevas emociones y nuevos placeres que aquí no puedes distinguir del dolor y esa pasión que ya no existe.

Pero aún así sigues indeciso, tu mente se paraliza y tomas sorbos de la vida, pero no te llenas de ella, la dejas escapar, sólo esperas la entrada del manto oscuro que cubre el cielo, para poder sentirte seguro bajo las estrellas, tan cerca pero tan lejos de ellas, las puedes mirar, pero no alcanzar, aunque una vez soñaste que lo hacías, y la realidad fue amarga al despertar sin saber dónde encontrarlas, pues despertaste solo.

Déjalas ir, déjalas ser libres, libres de ti, no puedes aferrarte a lo que no alcanzarás, te servirán más cuando te sientas perdido y su luz te guíe, cuando estén allí para indicarte el norte, que seguro has de seguir.

Que extraño tu eterno secreto, ese en el que crees que son tuyas, aunque sabes que jamás lo serán... Pregunta lo necesario y no les hables demás, porque podrías ahuyentarlas y quedarte en la penumbra, pues no son de fiar, ceden con locura y se entregan con el alma, pero se cansan y traicionan, mantente en silencio y no esperes demasiado, ellas sabrán responder a las dudas que aún después de leer estas líneas no sabes preguntar.